miércoles, 8 de enero de 2014

Crónica W (065): "Condenado al olvido"


3 de ENERO de 2014

Ya hemos entrado en el nuevo año, ya hemos pasado la nochevieja, comido las uvas y ya hemos reflexionado sobre el pasado y nos hemos propuesto metas sobre el futuro. Después de los excesos típicos de las navidades y de escuchar las habituales explicaciones del carrillón, los cuartos y las campanadas…tras todo esto llega el momento de pasar página, no sin antes despedir el 2013 y dar la bienvenida al 2014. Tengo que reconocer que para mí, el año que ha finalizado, poco bueno me ha dejado, y si hubiese un lugar donde se recogiesen los años malditos, ese sería el suyo. En general, ha sido el año de los recortes, de los despidos, de las desigualdades sociales, los desahucios, la corrupción política en todos sus ámbitos, la impunidad de los bancos y sus estafas… En general un año nefasto para los de siempre…

Espero que con esa última campanada y la llegada del 2014, llegue también un cambio de ciclo, un cambio de tendencia, porque siempre después de una caída continuada, llega un punto de inflexión y con él, una mejora. Espero que el 2013 quede desterrado y vaya a parar al cementerio del olvido de esos años que no desearías volver a pasar. Al margen de todo lo bueno y todo lo malo, lo importante es poder vivir los años e ir pasándolos, y al final de nuestras vidas, poder hacer un cómputo general de todo lo acontecido. Para eso se crearon. Sin tener en cuenta el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol, yo creo que se crearon para poder cuantificar los periodos y poner un límite a la hora de hacer balance. La duración de cada uno de ellos es siempre la misma, aunque la percepción que cada uno tiene de ello, depende de su situación. Lo bueno que tiene la finalización de un año y el comienzo de otro, es que se puede dar por finalizada una etapa y comenzar otra con más fuerza, o por lo menos, con la esperanza de que así sea y todo lo que salió mal en el pasado, no vuelva a repetirse. Ya dejaron de sonar los cohetes, ya se quemó la pólvora. Ahora llega el silencio y la calma tensa, producida por la ansiedad y el nerviosismo de lo nuevo y lo desconocido. Detrás del humo asoma el 2014. Ya empezamos a escribir nuestro pasado, mirando al futuro. Has venido igual que vino el 2013, pero no te acomodes mucho porque tú también pasarás…

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