lunes, 12 de noviembre de 2012

Crónica W (022): " Vientos y mareas"


02 de NOVIEMBRE de 2012

Vientos y mareas…Otro año más nos encontramos ante el azote y la devastación producidos por un fenómeno meteorológico. En esta ocasión un huracán de proporciones desmesuradas ha azotado Cuba, la costa Este de los Estados Unidos y Canadá. Un huracán con nombre sutil y poco amenazante, con nombre de cerveza alimonada de baja graduación, pero nada más lejos de eso, sólo es el nombre… Sandy. Sólo en los Estados Unidos ha causado daños superiores a los 50.000 millones de dólares y cerca de 80 muertes, y aún están sin cuantificar los gastos que supondrá el cierre de algunas líneas de metro, en una ciudad en la que diariamente se desplazan cinco millones de personas. Pero lo peor de todo, es que la bolsa, emblema por excelencia del consumismo desmesurado de los norteamericanos, no ha tardado dos días en abrir sus puertas, según ellos, para dar un aire de normalidad y fortaleza. Para mí no deja de ser más que otra de esas situaciones en las que el capitalismo está por encima de todo, incluso de los desastres y su afán depredador no entiende de estas cosas, cualquier momento es bueno para ganar dinero.

Las aseguradoras no van a cubrir más que el 40% de los gastos del desastre, con lo cual, como de costumbre, los más desfavorecidos son los que van a sufrir en sus carnes el azote del huracán.

Todos nos acordamos de la cumbre de Kioto, en la que los Estados Unidos se negaron a rebajar sus emisiones de CO2 a la atmósfera, alegando que el cambio climático y el calentamiento global no producen este tipo de fenómenos, que simplemente son cambios de ciclo. Este tipo de pensamientos son los que hacen que el problema no se solucione, e incluso se vaya agravando. A la vista está que cada año que pasa, la fortaleza y la devastación producida por estos fenómenos es mayor. Claro, no todos disponemos de un Air Force One siempre dispuesto para escapar de los desastres…pero algún día no les dará tiempo…

Me hacen gracia, las caras largas y de preocupación que ponen los políticos ante los damnificados después de cualquier fenómeno de éstos, sabiendo cuál es el problema, pero sin ponerle solución…Tal vez esas grandes empresas que financian sus campañas electorales no quieran gastarse unos dólares en reducir sus emisiones contaminantes…para ellos no hay caras largas…Espero que de una vez por todas se paren a pensar y a reflexionar sobre el peligro que se nos avecina, antes de que sea demasiado tarde, si es que ya no lo es…Espero que piensen por un instante cuál es el mundo que quieren que les dejemos a nuestros hijos, que el bienestar de todos ellos no dependa de unos miserables dólares. Espero que abran los ojos, porque la naturaleza nos está avisando, poco a poco, está mandando señales y cada vez más evidentes, y lo más grave es que si no lo remediamos, las próximas no sólo se quedarán en vientos y mareas…

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