jueves, 20 de febrero de 2014

Crónica W (068): "En mi moño y en mi coño, también mando yo.."


14 de FEBREROde 2014


Esta semana la nueva ley del aborto, capitaneada por Gallardón, ha superado la votación parlamentaria previa a su tramitación. Una ley polémica en todos sus aspectos, en la que queda eliminada la anterior regulación “por plazos” y es sustituida por una nueva de “supuestos”. A partir de su aprobación definitiva, sólo se podrá abortar en caso de violación o en caso de peligro real para la vida de la madre o muerte segura del neonato al poco de nacer. Todo ello amparado con los informes favorables de dos facultativos distintos. También recoge la objeción de conciencia para todos aquellos que quieran negarse a realizar estos abortos. Una vez ganada esta votación, cabe destacar la difusión que de ello han hecho los medios de comunicación estatales, que lejos de criticar el hecho por dramático y por lo que supone para las mujeres en general, han cubierto la noticia dándole más importancia a la intervención de la diputada de Amaiur, que concluía diciendo a sus señorías “ en mi moño y en mi coño mando yo”, que al hecho que ha provocado esas declaraciones. Esta es una reforma que viene persiguiendo el PP desde hace tiempo y que se produce por la presión de diversos movimientos estrechamente vinculados a la iglesia. Defienden el derecho a la vida sobre todas las cosas, aludiendo que un embrión es un ser vivo a las pocas semanas de gestarse. Hay que recordar que la constitución española recoge claramente que España es un estado laico y aconfesional, lo cual en la práctica es mentira, ya que la iglesia católica ejerce un control sobre las instituciones bastante claro, además de tener una situación de privilegio sobre el resto de religiones. Una cosa es predicar y que tus fieles cumplan o no con las normas y otra muy distinta es obligar a toda la ciudadanía a cumplir con ellas, seas creyente o no. Aquí se ha roto la fina línea que separa el culto y la vida social. Es una forma de volver a épocas anteriores y de equipararnos a esos países musulmanes en los que no existe dicha división. Echando la vista al pasado, hay que tener en cuenta que detrás de cada cruzada, había un papa. Guerras católicas en nombre de Dios, que provocaban miles de muertes…¿derecho a la vida? La inquisición asesinó a miles de personas inocentes con la excusa de librar a la humanidad del mismísimo Satanás…¿derecho a la vida? La llamada conquista de América y su adoctrinamiento católico por las buenas o las malas, en nombre del rey e Isabel “La católica”, cómo no…¿derecho a la vida?, millones de muertos en África por culpa del SIDA y la negativa de la iglesia en la utilización del preservativo como método preventivo…¿derecho a la vida? Parece ser que el PP no quiere desprenderse de uno de sus filones electorales, que son los votos que le proporciona la iglesia. Numerosos curas y obispos lanzando proclamas y haciendo auténticos mítines desde los altares todos los días, e incluso apareciendo en los medios. No quieren renunciar a ese electorado fijo y fiel, aunque para ello tengan que simular que ellos también son creyentes, cuando después por el contrario, no cumplen con los mandamientos propios de su doctrina, sobre todo el de robar… Ya han perdido un puñado de votos de algunas de las víctimas del terrorismo, a las que han utilizado y que cuando han querido manejar ellos también la política y sus decisiones, han sido apartados de su lado. Esta ley va a provocar auténticos dramas familiares, así como traumas psicológicos. Vamos a llegar a ese momento durante la dictadura en el que las hijas de las clases altas afines al sistema, podían viajar al extranjero a abortar con total impunidad, cuando el resto de los mortales no se lo podía permitir y encima eran perseguidos por ello. ¿Qué va a pasar con todas esas personas totalmente desvalidas que vengan al mundo? ¿Quién se hará cargo de ellas cuando fallezcan sus padres…el sistema…con qué dinero? Vemos constantes recortes en las ayudas a la dependencia, cuando todos sabemos que estas personas necesitan de unos cuidados especiales, alimentación especial, tratamientos, gastos en ortopedia, operaciones, fisioterapia, adaptación de la vivienda, vehículos especiales para el transporte y vigilancia las 24 horas del día. Estáis condenando a una vida de sufrimiento tanto a esos padres como a esas pobres criaturas, sobre todo en la época de crisis en que vivimos. No todo el mundo se puede permitir dar una vida digna a estas personas, a no ser que los señores diputados del PP hayan tomado como referencia sus pomposos salarios y sobresueldos, con lo que da de sobra para ingresarlas en algún centro… Volverán a ponerse de moda aquellos tornos en los conventos, donde cualquier persona podía depositar a un recién nacido, al cual no podía mantener. Las monjas los recogían y cuidaban, a la vez que también escondían la procedencia de alguno de ellos, porque en realidad venía de dentro. En la oscuridad de estos lugares de recogimiento era habitual que se colasen curas o monjes que llevaban a cabo sus prácticas sexuales. De hecho muchos terrenos dentro de los conventos albergan cadáveres de estas criaturas, que por lo que fuese, no llegaban a nacer. Cada uno que piense lo que quiera…¿Aborto? Llevamos tiempo viendo manifestaciones de estos grupos, denominados pro-vida, defendiendo esta ley. Curiosamente no les vimos en contra de la guerra del golfo, ni Afganistán ni en muchas otras en las que se mata a gente viva. Tampoco han denunciado la muerte de 14 subsaharianos apaleados y ahogados por intentar pasar la frontera en Ceuta. No les vemos defendiendo el derecho a la vida, tampoco a la iglesia española. Ni en estas situaciones ni en muchas otras. Se ve el estrecho lazo que une al PP y a la conferencia episcopal. Señor Gallardón ¿se ha parado a pensar usted una cosa? Si el derecho a la vida es lo que le mueve a aprobar esta ley ¿por qué lo permite en caso de violación? ¿Usted decide quién vive o quién muere? ¿Se cree usted Dios? aunque viendo la casta de todos los que están ahí, es comprensible. Más les vale ocuparse de los vivos, que a esos si que los estáis matando. De hambre, sin un techo donde vivir, sin posibilidad de acceso a bienes básicos como el gas o la electricidad, sin trabajo y dentro de poco sin educación ni sanidad, para que su agonía sea aún mayor… Usted se marchará de la política a la energética de turno a llenarse los bolsillos y habrá hecho historia. Será recordado como el ministro más miserable y ruin de la democracia. Las consecuencias de sus decisiones las iremos viendo en nuestro entorno o lo que es peor, sufriéndolas. Debe tener en cuenta que por muchas leyes que imponga, por muchas reformas que apruebe, el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo lo seguirá teniendo, por encima de usted, de sus cárceles, de sus creencias religiosas y su fanatismo cristiano, y yo como padre le diría otra cosa…”En mi moño y en mi coño también mando yo…”

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