Querido Olentzero, no te había querido molestar hasta hoy, por si se acababa el mundo, pero en vista que los mayas se han equivocado me dispongo a escribirte mi carta.
En primer lugar decirte que estoy en paro así que si necesitas a alguien que te ayude a hacer el carbón pues que estoy disponible, te adjunto currículum. Además en estos tiempos que corren seguro que has tenido que aumentar la producción porque hay gente muy mala.
También me gustaría pedirte un poco de alegría, porque últimamente noto a la gente muy cabizbaja, encabronada, depresiva, triste y aburrida, porque así es como te quedas cuando te están dando palos todos los días... y también te pido respeto, un buen saco de respeto para todos, y paciencia, a poder ser en lotes para ir gastándola poco a poco, y también me gustaría un poco de tranquilidad. Te pido esto porque yo ya he dejado de ser consumista y no me interesa la ropa de moda, ni el último disco de algún artista, ni los relojes... es más te pediría poder andar desnudo, tranquilo, sin ruido y sin horarios... y pensaras: que místico se ha vuelto este! Pues si, no me queda otro remedio porque toda la gente a la que llevas carbón han hecho que yo deje de consumir y han conseguido convertirnos en una clase social sin recursos que solo pedimos cosas etéreas como alegría, respeto, paciencia, tranquilidad... y entre estos deseos que pedimos los pobre y el carbón para los ricos, los comerciantes pasaran a ser pobres y pedir cosas etéreas porque nadie consumirá en sus tiendas. Y cerrarán sus negocios y te mandarán el currículum para trabajar de ayudante de carbonero.
Bueno para acabar, la verdad, que si te quiero pedir algo material, aunque no sé en que tienda lo venden. Es un Congelador de momentos, porque nuestras vidas se van entrelazando a través de buenos y malos momentos y he decidido congelar los buenos para poder acordarme de ellos siempre y ser un poco más feliz.
0 comentarios:
Publicar un comentario